Cómo notar si los niños respiran mal con la mascarilla

Las mascarillas se han convertido en algo esencial en nuestra vida, también para los niños, que de hecho la deben llevar de manera obligatoria en todos los centros escolares (a partir de los 6 años), pero ¿es posible que se den casos en los que los niños respiran mal con la mascarilla? ¿cómo podemos notarlo?.

Cómo notar si los niños respiran mal con la mascarilla

Los niños de todas las edades han asumido llevar mascarilla sin queja alguna, y aunque es posible que todavía comentan algún que otro error al ponérsela, llevarla o quitársela, es indiscutible que para ellos, se ha convertido en otro de los elementos que llevar cuano van a la escuela o salen a la calle, dado que les protege frente a la amenaza del Covid-19, pero también es cierto que aunque el uso de la mascarilla no representa un riesgo para los niños, podría amplificar algunos malos hábitos respiratorios.

De hecho, es posible que al tener que llevar puesta la mascarilla durante horas, muchos niños desarrollen el mal hábito de respirar por la boca, dado que al llevar la nariz tapada es posible que les cueste más respirar y con ello, que instintivamente abran la boca para poder coger y expulsar aire.

Por qué es importante respirar por la nariz

Aunque la mayoría de nosotros respiramos (incorrectamente) con la boca, la nariz es el verdadero órgano responsable de la respiración y no podemos subestimar la importancia, especialmente en los niños, de una correcta educación respiratoria.  La nariz purifica, filtra y humidifica el aire entrante. Respirar por la boca en los años de crecimiento puede causar malformaciones en la mandíbula, la lengua, la nariz y también puede, a la larga, influir negativamente en la producción de óxido nítrico, un gas que afecta funciones vitales y juega un papel fundamental en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Cómo notar una mala respiración con la mascarilla

Existen indicadores que nos hacen comprender de inmediato si nuestros hijos no están respirando de forma correcta al llevar la mascarilla.

Lo primero de todo, es comprobar si, cuando están en un momento de relajación, cuando leen o cuando miran televisión, tienen la boca abierta o cerrada. Si el niño no cierra la boca cuando está en reposo significa que ha comenzado a variar su respiración para respirar por la boca. Para entender la importancia de mantener los labios juntos, pensemos en los párpados: normalmente los párpados están siempre abiertos, excepto cuando los cerramos para mojarnos. Si siempre los tuviéramos cerrados sería un problema. al contrario, se aplica a la boca. En una situación normal siempre debe estar cerrada. Por ello si tu hijo o hija ha respirado siempre por la nariz, y notas que ahora siempre tiene la boca abierta, quizás se deba al uso constante de la mascarilla. Será necesario entonces ponerse en contacto con el pediatra para que determine las pautas que se deben seguir.

Lo mismo ocurre con los ronquidos. Cuando un niño ronca habitualmente, y no solo cuando está particularmente cansado, y si se despierta por la mañana con la boca seca y un fuerte deseo de beber, puede haber varias causas que han llevado a esta situación. Una de ellas puede ser perfectamente el uso de la mascarilla al no poder respirar bien, pero además, podría sufrir pólipos nasales o adenoides. Y en este caso sería consecuencia de una mala respiración porque no hace ejercicio, no está tonificado y se le cae la mandíbula. Con el tiempo, esto podría llevar a una sensación de fatiga perenne, disminución de la atención, déficit de memoria, hasta el síndrome metabólico, de modo que es también importante que sea consultado con un médico.

Caminar al aire libre

Una de las cosas que podemos hacer para ayudar a nuestros hijos a que respiren bien a pesar del uso de la mascarilla, es llevarlos a caminar al campo o a un parque alejado de la contaminación, de modo que puedan respirar aire puro. También puede servir caminar cerca del mar.

De este modo, podremos compensar las horas pasadas con la máscara en la cara mientras hacemos caminatas (con las distancias necesarias seguridad) en medio del bosque o mejor aún cerca del mar. El agua tiene un poder desintoxicante y también tiene una gran capacidad filtrante para nuestro organismo. Respirar correctamente no solo debe ser una peculiaridad de los deportistas, de hecho todos nosotros, incluidos los niños, debemos trabajar para mejorar nuestra respiración. Un estilo de vida correcto, evitar pasar demasiadas horas frente al ordenador o smartphones, una dieta baja en harinas refinadas y azúcares también son muy importantes para respirar bien. La nariz es  nuestro filtro natural y si funciona mal, y usamos  la boca en su lugar, corremos el riesgo de empeorar nuestra calidad de vida a largo plazo.